lunes, 2 de diciembre de 2013

Una serie de sueños y pesadillas

Oh, sí, en este escrito puedo asegurar lo épico. Tuve dos rondas de descanso, en las cuales tuve sueños y pesadillas, en ambas. La primera ronda fue un tanto extraña. Soñé que estaba caminando sobre una calle conocida de mi ciudad, pero no una calle en la parte central de la ciudad, sino una de esas calles en donde hay solamente casitas, no edificios habitacionales ni de comercio, y donde casi reina la tranquilidad. Pues bien, entré a algo así como una oficina improvisada dentro de una casa. Ahí dentro encontré a una mujer. Me estaba mostrando unos teléfonos celulares. Me dijo que me los daría a cambio de algo, bueno, un favor de tipo sexual. Fue realmente bizarro eso, y que por suerte desperté de ese sueño, pues la mujer era más horrible que mirar la puerta del infierno, mientras se carga una losa, y con demonios dando latigazos en las piernas.

La segunda ronda, de sueños y pesadillas, fue la más interesante y compleja. Soñé que estaba con una muchacha, aunque no recuerdo mucho de su aspecto, tan sólo una chica alta, con cabello castaño oscuro y una tez dorada. Ella y yo estábamos cazando algo, al parecer zombies, ¿o quizás otra clase de monstruos? En fin. Llevábamos muchas armas: escopetas, armas cortas, rifles, granadas, navajas y más cosas por ahí guardadas. Yo estaba con ella en un tipo de complejo industrial abandonado. Teníamos una misión, no recuerdo exactamente cuál era. Nos topamos con un contenedor metálico. Ese contenedor tenía puertas laterales. Este estaba cerrado. Algo por dentro estaba golpeándolo.

Yo me estaba acercando a ese contenedor, a la vez que pensaba: "No, seguramente hay un zombie ahí adentro, o algún monstruo extraño. Primero voy a guardar el juego". Sí, dije eso como si se tratara de un videojuego. Mi compañera y yo éramos los protagonistas. Fuimos a "guardar" los datos a un edificio cercano, como a unos diez metros de ese contenedor. En ese edificio había una pared que tenía ventanas muy grandes, aunque parecían muy resistentes los vidrios. Se podía ver el reverso del contenedor desde esas ventanas. Y bueno, el contenedor seguía trepidando. La cosa que estuviera ahí se estaba poniendo más loca. Después ya habíamos "guardado" los datos del juego.

Ahora era el momento de actuar. Le dije a mi compañera: "No, mejor no hay que ir hacia donde está el contenedor, mejor vayamos por esta puerta". Sí, era una puerta que estaba cerca de nosotros, que daba a otro cuarto del edificio. Y ella accedió a hacerlo así. Abrí la puerta entonces, y ahí me di cuenta de que había tomado una mala decisión, pues aquello era una trampa. De ahí dentro salió una mujer con aspecto de harpía, o de un espectro, algo raro. Ella se abalanzó sobre mí; quería matarme. Mi compañera me ayudó, aunque no supe exactamente cómo lo había hecho. Pudo ser que le haya asestado un golpe, o algo parecido. Gracias a esa acción la harpía había salido huyendo.

Pasé finalmente por la puerta. Mi compañera había ido a otro lado. Yo entré y vi que aquello era una casa, en donde me recibió un señor con el cual platiqué. El señor era de mediana edad, algo gordo y calvo. No sé qué relación exacta yo tenía con él. Después llego una señora, que pienso que era su esposa. Jamás se dijo, en el sueño, que lo fuera, pero eso es lo que creo yo. Ella se unió a la conversación y seguimos hablando por un rato más. Momentos después ellos salieron, pero no por la puerta por la cual yo había llegado. Había tres puertas que daban a lugares distintos. Yo tomé otra diferente, la cual me condujo a la calle. Me tope con algún felino, aunque puedo decir que era un puma. Esa cosa quería comerme, así que para evitar eso yo lo tomé del hocico y se lo mantuve cerrado.

Yo, con algo de miedo, llevé al puma arrastrando sin soltarle el hocico. Después me topé con un perro, sí, es uno que de hecho tengo en la vida real. Me empezó a molestar mi perro, sí, me andaba mordiendo mi pierna y otras partes de mi cuerpo. Así que, con mi otra mano, lo tomé también del hocico. Me dio risa el hecho de que mi perro anduviera de molesto. Llevé a los dos animales tomados por el hocico. A mi perro lo dejé en un lote valdío, aunque había mucho pasto seco. De hecho esa parte, en donde estaba yo, parecía una sabana. El cielo se veía de color aguamarina. Había una luna enorme de color azul. Y sí, mi perrito se quedó ahí en ese valdío. En este lugar había más animales, buscando comida en el suelo. Había zorros, gatos y otros perros. Al puma lo solté más lejos de ahí. Primero lo había querido dejar ahí con los demás animales, pero no pude, por el miedo a que este se los comiera. Lo dejé muy lejos, donde no supusiera algún peligro, ni para ellos, ni para mí.

Posteriormente, dejé el lugar y regresé por la puerta por la cual había salido. Llegué nuevamente a la casa donde encontré al señor y a la mujer. Ellos aun no habían llegado a casa. Ahí dentro estaba una niña muy hermosa. Ella me quería mucho, y no sé por qué razón. Había dos cuadros, uno con la niña, y el otro con una fotografía de su mamá. Ambos cuadros tenían, al pie de la foto, el nombre de cada persona. La niña se llamaba igual que su madre, sin embargo no recuerdo cuál era el nombre. Siento que era algo así como Zania, o no recuerdo del todo. Quizás mi mente rara lo creó a partir de los fragmentos que recordaba del nombre. La niña estaba en el baño, duchándose. Poco después llego mi compañera, sí, la que me había salvado de la mujer con aspecto de harpía. La saludé. Había entrado ella por la primera puerta, la que usé para entrar por primera vez a la casa. Ella se quedó platicando con Zania, la niña. Yo me quedé pensando en otras cosas, como en si el puma volvería a atacarme, y también recordé lo de la mujer o harpía, esa de antes. Después salí de esas cavilaciones.

Y esto fue lo que soñé, aunque esto aún no ha terminado. Continuaré con esto después. Sí, es la serie de sueños y pesadillas más larga que he recordado. Espero que les haya gustado esta primera parte. Saludos, amigos.

http://www.flickr.com/photos/bichuas/3420649271 is under a Creative Commons license:
http://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/

No hay comentarios.:

Publicar un comentario